Hola família!
En este post os contaremos la tradición china de los pies de loto (chino tradicional: 纏足, chino simplificado: 缠足, pinyin: chánzú, literalmente «pies vendados»). Esta práctica surgió en Nanjing, al inicio de la dinastía Song (937–975), donde se celebraba la fama de sus bailarinas, admiradas por sus pequeños pies y hermosos zapatos arqueados. El vendado de pies fue primeramente practicado entre la élite y sólo en las regiones más ricas y prósperas de China.
A principios del siglo XIX, se estima que el 40-50% de las mujeres chinas tenían pies vendados. Para las mujeres de clase alta este porcentaje era casi del 100%. Los pies vendados eran un símbolo de belleza que se volvió un prerrequisito para encontrar esposo, como también una oportunidad para mujeres pobres de casarse por dinero, mejorando su estatus social y, por ende, el de su familia. Las mujeres, sus familias, y sus esposos tenían gran orgullo en los pies pequeños cuyo largo ideal, llamado “loto dorado”, era de siete centímetros.6 Este orgullo se reflejaba en las elegantemente bordadas pantuflas de seda que las mujeres usaban para cubrir sus pies deformados. Caminar con los pies vendados requería doblar las rodillas levemente y balancearse para mantener el equilibrio. Esto provocaba una forma de caminar que era considerada de gran refinamiento.
Hasta mediados del siglo XX, para una niña nacida en el seno una familia acomodada en China era casi seguro que en algún momento de sus primeros años iniciaría un proceso para esculpir sus pies más pequeños y en punta, eran los “pies de loto“. Esta modificación corporal tenía la intención de atraer pretendientes y hacer alarde de un status superior en la sociedad. La cultura en general consideraba estos pies reformados como verdaderas bellezas, y el andar delicado, resultado de la extrema reformación de las extremidades, era visto como algo sumamente atractivo, pero el proceso de transformación de pies de loto era espantoso, problemático, y daba lugar a problemas en los pies durante toda la vida.
Hasta mediados del siglo XX, para una niña nacida en el seno una familia acomodada en China era casi seguro que en algún momento de sus primeros años iniciaría un proceso para esculpir sus pies más pequeños y en punta, eran los “pies de loto“. Esta modificación corporal tenía la intención de atraer pretendientes y hacer alarde de un status superior en la sociedad. La cultura en general consideraba estos pies reformados como verdaderas bellezas, y el andar delicado, resultado de la extrema reformación de las extremidades, era visto como algo sumamente atractivo, pero el proceso de transformación de pies de loto era espantoso, problemático, y daba lugar a problemas en los pies durante toda la vida.
En 1912, después de la caída de la dinastía Qing, el nuevo gobierno nacionalista de la República de China prohibió de nuevo el vendado de pies, aunque, al igual que sus predecesores, no siempre con éxito. En Taiwán, el vendado fue prohibido por la administración japonesa en 1915. Algunas familias que se oponían a la práctica hacían acuerdos contractuales unos con otros prometiendo en matrimonio mutuo un hijo con una hija sin los pies vendados.16 17 Cuando los comunistas tomaron el poder en 1949 establecieron la estricta y definitiva prohibición del vendado de pies, incluyendo las áreas rurales aisladas donde las distintas prohibiciones anteriores habían sido ignoradas.